Martina Anderson se unió al IRA en 1979 junto a otras adolescentes. Su primer destino, dentro de la banda, fue una pequeña unidad de hombres mayores, algunos de los cuáles, amigos míos, ya habían cumplido penas de prisión.

En ese momento, todos los miembros de este grupo estaban informando a un conocido Comandante del IRA en Derry, apodado “Ducksie”.

Peter, el hermano mayor de Martina, había sido un republicano de cierta relevancia años atrás.

La foto que ilustra estas líneas es del equipo de fútbol conocido como el del “alto el fuego” formado por miembros de la Brigada de Derry del IRA. Es el año 1975, y Peter aparece en la parte de arriba, quinto por la izquierda, junto a mí.

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Fila superior, de izquierda a derecha: John Coyle, Mickey Deery, Terry Crossan, el escritor, Peter Anderson, Bobby Sheerin, Thomas Ashe Mellon II, Stevie Stewart. Fila inferior, de izquierda a derecha: ‘LT’ Willie Taylor, ‘Ducksie’ Doherty, Martin McGuinness, Frankie McFeely, ‘Atsy’ Edgar.

 

Peter pasó a convertirse en concejal electo por el Sinn Féin, destacado representante de la comunidad, Asesor de Bienestar en el Centro de Recursos Comunitarios de Dove House con publicaciones en varios “organismos dignos” como el Gasyard Development Trust, Derry Investment Initiative, Derry Theatre Trust, Iona Enterprises y M Forum Trading.

No tengo ni idea de qué otros “trabajos” del IRA logró Martina Anderson antes de ser arrestada y acusada de posesión de armas y de provocar una explosión en 1980. Nunca lo dijo. Pasó dos meses en prisión preventiva en la prisión de Armagh antes de obtener, previa solicitud, la libertad bajo fianza.

Pero estando en la susodicha “libertad bajo fianza”, Martina decidió saltársela y huyo detrás de “la Frontera” con la República de Irlanda, dónde se escondió. Sí, la misma frontera que tanto ella como el IRA estaban tratando de  “volar por los aires”.”

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Martina Anderson se escondió detrás de la frontera

 

Si no hubiera sido por la barrera de la frontera, Martina Anderson habría tenido que enfrentarse al juicio que tenía pendiente y, por supuesto, cumplir su sentencia.

La frontera permitió que Martina se instalase, inicialmente, en Buncrana, en el condado de Donegal, a tan sólo 22 kilómetros de su familia y amigos, un área que los miembros del IRA fugados, popularmente conocidos como “On The Runs” [como prófugos] utilizaron con frecuencia durante la década anterior debido a su fácil acceso desde Derry. Pero, por supuesto, Martina no tenía que quedarse en Buncrana, y no lo hizo.

Para los “voluntarios” que vendieron sus almas al IRA, las decisiones sobre si saltarse o no la fianza y salir a la fuga fueron tomadas por los que estaban al mando, nunca por el humilde miembro raso.

Tenía que haber una razón muy buena y convincente para que el IRA ordenara a un voluntario que se saltara la fianza y la razón ofrecida por Martina en varias entrevistas era que sentía que “no obtendría un juicio justo en un Tribunal de Diplock” [un tribunal cómo el que “sólo” le concedió la libertad bajo fianza con un delito de posesión de un arma y un cargo por bombardeo] es pura mentira.

La verdad es que, Martina, nunca tomó esa decisión de manera unilateral.

La razón real fue que Martin McGuinness decidió que Anderson reunía las cualidades necesarias para participar en la campaña de atentados de Inglaterra y así fue como llegó a reunirse con los bombarderos de Inglaterra Paul Kavanagh y Patrick Magee – de ​​lo contrario, se habría estado pudriendo en Buncrana, Condado de Donegal.

Martina Anderson cuidadosamente seleccionada por Martin McGuinness

Poco antes del arresto de Martina en Glasgow junto a un grupo de bombarderos del IRA, fue presentada a los miembros del GHQ [el cuarter general] responsables directos de los atentados en Inglaterra y en Londres.

La persona que, con toda seguridad, ofreció los servicios de Martina al GHQ era el veterano, asesino de masas y miembro del Consejo de Ejército IRA, “Derryman” [una persona nacida en Derry] Martin McGuinness.

McGuinness era una especie de pervertidor de menores: había estado llevando a los niños de Derry a la campaña de bombardeos de Inglaterra del IRA durante años sin tener en cuenta su seguridad o la de los demás. Eso sí, (asegurándose no involucrar a nadie de su propia familia).

En 1973, cuando tenía 18 años, me había empujado a los brazos de Kevin Mallon, el Director de Operaciones del Consejo de Ejército del IRA a cargo de la campaña de Inglaterra, y ni a él ni a Mallon les importó si yo vivía o moría o, como sucedió después, fui condenado a cadena perpetua primero y 20 años después.

También a principios de la década de 1970, McGuinness había involucrado a dos primos de Derry también en operaciones perpetradas por los Cuarteles Generales del IRA. Marlene Coyle, que más tarde fue citada en las portadas de los tabloides como responsable del atentado de M62 Coach junto con el desertor de la Guardia Irlandesa Kieran McMorrow, el hombre más buscado del país durante varios años. Entre las víctimas del atentado se encontraban un entrenador, una joven madre y sus dos hijos pequeños, víctimas civiles irrelevantes inocentes.

Y la prima de Marlene, Marion Coyle, que había estado con Mallon cuando fue arrestado nuevamente en un baile después de que su helicóptero escapó de la prisión de Mountjoy. Marion Coyle fue encarcelada más tarde  junto con Eddie Gallagher por el secuestro del industrial holandés Tiede Herrema.

McGuinness había introducido estas chicas en las fauces de la lucha armada del IRA.

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Marion Coyle y Eddie Gallagher, secuestradores de IRA de Tiede Herrema

 

McGuinness intentó que otros voluntarios del IRA, nativos de Derry,  participaran en los bombardeos en Inglaterra, pero rechazaron su oferta.

Un amigo del IRA, mientras le informaba a McGuinness que quería dejar la banda y rehacer su vida en la República de Irlanda, se sorprendió cuando recibió una petición de McGuinness para atentar en Inglaterra – petición que declinó.

A nadie le sorprendió qué tiempo después de que Martina Anderson violase la libertad condicional y huyese hacia la República de Irlanda, McGuinness la tuviese en su agenda para la campaña de bombardeos de Inglaterra.

Mientras Anderson estaba a apenas 20 kilómetros de Derry, y posiblemente cruzando la frontera de regreso a esta ciudad en secreto, como lo habían hecho otros durante años, la Brigada Derry del IRA asesinó a Joanne Mathers, una madre civil y protestante de 29 años, por el único delito de tener formularios del censo.

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Joanne Mathers, víctima civil protestante del IRA

 

Si bien Anderson afirma que ella “no tiene un hueso sectario” en su cuerpo, no renegó, ni se opuso nunca a este asesinato tan sectario – ni en ese momento, ni después – como tampoco lo ha hecho con todos los otros asesinatos sectarios de inocentes protestantes del IRA.

[Tenías razón, Martina, no hay un hueso sectario en tu cuerpo, hay un montón de esqueletos.]

Martina Anderson y sus camaradas bombarderos

Cuando entras a formar parte de una banda criminal, tienes que ganarte su confianza. Anderson tuvo que pasar algún tiempo con sus compañeros bombarderos, encontrarse con ellos y confiar en ellos para ganarse los espolones en algún tipo de actividades previas a Glasgow hay que atravesar procesos que duran meses.

Anderson, conocía perfectamente que su coacusado, Patrick Magee, había bombardeado el Grand Hotel en Brighton 32 semanas antes de su arresto conjunto.

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El bombardeo del Grand Hotel Brighton del IRA

 

Anderson sabía muy bien que Magee no había asesinado a Margaret Thatcher, pero si que había acabado con la vida de cinco civiles, tres mujeres y dos hombres, además de mutilar a muchos otros.

Los fallecidos fueron:

  1. Jeanne Shattock
  2. Muriel MacLean
  3. Roberta Wakeham
  4. Eric Taylor
  5. Anthony Berry

No hubo pruebas suficientes para identificar a un hombre que fue visto en la habitación del hotel con Magee en un momento dado, y posiblemente también una mujer, durante el período en que Magee estaba colocando la bomba del Grand Hotel en una pared entre dos baños contiguos.

No sé si Anderson estuvo directamente involucrada en este crimen.

Otro miembro de los equipos de bombardeo de los Cuarteles Generales ingleses del IRA fue Paul Kavanagh, con quién Anderson obtuvo el permiso del Ministerio del Interior para casarse mientras se encontraban en prisiones separadas de alta seguridad en Inglaterra.

Es justo asumir que, aunque se casaron en la cárcel, Anderson conocía a Kavanagh antes de ser arrestados.

Para obtener el permiso que te permite contraer matrimonio con un prisionero de la categoría “A” en una prisión diferente, Anderson habría tenido que demostrar a los “antipáticos” burócratas del Ministerio del Interior británico que tenía una relación previa con Kavanagh y no sólo conocerse. No tengo idea de cómo demostró esto.

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La Unidad de Servicios Activos de IRA “unidos en matrimonio”, Paul Kavanagh y Martina Anderson

 

Suponiendo que Anderson proporcionase pruebas al Ministerio del Interior demostrando conocer a Kavanagh antes de entrar en prisión, Anderson y Kavanagh, por lo tanto, estaban comprometidos en una relación romántica mientras Kavanagh estaba bombardeando Inglaterra entre 1981 y 1983/4.

Como voluntaria del IRA, cuya violación de la libertad condicional había sido ordenada por Martin McGuinness, es muy probable que la introdujeran en el equipo de bombardeos de Inglaterra y en los controladores de GHQ justo después de que le pidieran que huyera de Derry por la seguridad de la República de Irlanda, en algún momento a finales de 1981 o principios de 1982.

Martina pudo haber estado en operaciones con Kavanagh y/o con otros como Patrick Magee y pudo haber logrado escapar del arresto y la identificación hasta su captura en Glasgow junto con Magee y los otros miembros de la Unidad de Servicio Activo.

Sólo Martina puede responder a estas cuestiones con honestidad, pero dudo mucho que alguna vez lo haga.

Los veteranos del IRA con sus hocicos en lo más profundo del dinero que ahora proporciona el “movimiento”, generalmente mienten acerca de sus actividades pasadas.

Paul Kavanagh comenzó su carrera en el IRA en Belfast poco antes de 1973, cuando fue arrestado con un arma y condenado a cinco años de prisión. Tras su liberación, su campaña de bombardeos en Inglaterra comenzó a fines de 1981, casi al mismo tiempo que Anderson desapareciese de Derry saltándose la condicional.

En el momento de su captura en Glasgow, Anderson sabía bien que Kavanagh había hecho explotar varias bombas en Londres y que la del cuartel militar de Chelsea había asesinado a dos civiles que pasaban por allí:

  • Norah Field de 59 años
  • John Patrick Breslin de 18 años.

Anderson sabía también que Kavanagh había asesinado a Kenneth Howarth, un oficial civil de eliminación de bombas que perdió la vida tratando de desactivar una bomba en un bar de Wimpy en Oxford Street; mientras tanto, otra de las supuestas bombas de Kavanagh, un dispositivo colocado debajo de un automóvil, voló una pierna a Sir Steuart Pringle mientras lo conducía.

Kavanagh fue arrestado en enero de 1984 tras una campaña de bombardeos de tres años. Meses después, su compañero Thomas Quigley fue arrestado.

Natalino Vella, coacusado de Kavanagh y Quigley, dijo a la policía que estos dos también eran los responsables de los atentados perpetrados en Harrods, poco antes de Navidad. Este ataque costó la vida a 6 personas, tres policías y tres civiles:

  • Philip Geddes, periodista de 24 años
  • Jasmine Cochran-Patrick de 25 años
  • Kenneth Salvesen ciudadano estadounidense de 28 años
HarrodsInnocentVictims
Las víctimas civiles del IRA en Harrods

 

Los policías que murieron mientras intentaban poner a salvo a los civiles de los peligros fueron:

  • Noel Lane, 28 años, sargento
  • Jane Arbuthnot, 22 años, agente de policía
  • Stephen Dodd, 34 años, inspector

Una mujer joven fue vista estacionando el coche bomba y alejándose de él.

Si Martina Anderson no fue quién manejó ni estacionó el coche bomba ese día, debe saber quién fue la mujer, miembro de la unidad de bombardeo de Inglaterra del IRA, que lo hizo.

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El bombardeo de Harrods del IRA

 

Vella afirmó que había sido enviado a Inglaterra para asumir el control de los contenedores de armas y explosivos de Kavanagh y Quigley y también para decirles que debían regresar a Dublín para explicar el atentado de Harrods que, supuestamente, había generado mala prensa en Europa y América.

Cualquier ciudadano puede ser asesinado por el IRA, excepto un ciudadano estadounidense…

Creo que las afirmaciones de Vella eran fantasía.

El IRA nunca se quejó de los “trabajos” que mataron a tres oficiales de policía, independientemente de cuántos civiles falleciesen.

Además, ideas similares como que el IRA había celebrado tribunales de guerra contra los Bombarderos de Birmingham una década antes, eran mentiras para el complacer al público republicano.

Anderson era consciente de que Kavanagh había asesinado, sin contar policía y/o soldados, al menos a cinco civiles y había mutilado a muchos más.

Pero la flecha de Cupido aparentemente pasó por alto esta posible objeción a su noviazgo y más tarde a las nupcias.

Igualmente, Kavanagh no se desanimó por su amante asesino por su propia campaña de bombardeos sin arrepentimiento.

Tal vez NO sea sorprendente que una joven de Derry no tuviera ninguna duda sobre casarse con un hombre que había sido un asesino en masa.

Martina odiaba a los paracaidistas del ejército británico del “Domingo sangriento” por sus asesinatos, pero parecía amar a su hombre por sus asesinatos.

Martina Anderson y su arresto en Glasgow

Martina Anderson fue arrestada en Glasgow junto a Patrick Magee, Gerald McDonnell (escapada de la prisión ‘Maze’), Peter Sherry, Donal Craig, Ella O’Dwyer y Una Lowney.

Un gran escondite de armas, municiones, detonadores y explosivos fue descubierto cerca del lugar de la detención.

Anderson tenía una pistola cargada en su bolso, dinero en efectivo, mapas de Londres y su metro, y un pasaporte irlandés falso con el nombre de Mary Webster.

[Paradójicamente, el gobierno irlandés le otorgó un pasaporte diplomático irlandés en 2014.]

Su captura impidió lo que se conoció como una “campaña de bombardeos a orillas del mar” que había planeado usar artefactos similares a la bomba del Grand Hotel.

Se programó una oleada de atentados, y la policía se enteró tras encontrar un calendario que mostraba las fechas previstas de los bombardeos. Una bomba ya colocada fue encontrada y desactivada en un hotel.

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Planes de bombardeo de Anderson

 

No hay duda de que si las bombas hubieran explotado sin advertencias, tal y como lo hizo la bomba del Grand Hotel, se habrían producido muchas víctimas civiles.

Martina Anderson tiene que agradecer a la policía británica el hecho de evitar este atentado que hubiera matado y mutilado a un gran número de civiles.

Junto con el alijo de rifles y armas de fuego, había información que mostraba que la Unidad del IRA tenía la intención de intentar asesinar a varias figuras militares en tiroteos.

[Los intentos del IRA para trasladar estos crímenes a Europa, acarreó los asesinatos de civiles alemanes y australianos totalmente inocentes.]

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Planes de asesinato

 

Martina Anderson fue pieza clave en una de las Unidades de Servicio Activo más experimentadas y mortales en la planificación de atentados y tiroteos en Inglaterra.

Los conceptos de Derechos Humanos, Derechos Civiles y víctimas inocentes son grandes bazas para derrotar a otros, pero realmente “no cortan el hielo” con los miembros “leales y jurados” del culto IRA.

Cuando fue desafiada por su historial de atentados contra los Derechos Humanos por las víctimas inocentes del IRA, Martina pronunció un discurso aprobado por el “Think Tank” del Consejo Armado del IRA:

“Nací en una ciudad de discriminación. Crecí en una ciudad que vio la introducción del internamiento, Domingo Sangriento – bla, bla, bla … “

Martina no quiere hablar de sus atrocidades civiles contra los  Derechos Humanos bajo ninguna circunstancia.

Su marido, el asesino en masa Paul Kavanagh, usa la misma táctica.

Cuando Paul fue recriminado por su trabajo de SPAD (Asesor Especial del Ministro) de Martin McGuinness, parecía molesto y enojado. Este llamado ‘trabajo’ de SPAD fue un regalo de su maestro paramilitar y le estaba pagando más de £90,000 por año.

En las entrevistas con la prensa, también volvió a recurrir a su habitual discurso de voz aprobado por el ‘Think Tank’ [un gabinete estratégico paramilitar] del IRA Army Council y como un robot repetía:

“Crecí en Belfast con problemas. Recuerdo que las marchas por los derechos civiles fueron derrotadas en las calles. Tuve un hermano asesinado a tiros por el policía (mientras estaba en una operación de bombardeo del IRA). Recuerdo el toque de queda de Lower Falls – bla, bla, bla … “.

La tontería habitual para evitar reconocer que ha asesinado no sólo lo que él podría considerar como objetivos legítimos, es decir policías y soldados, sino también algunos civiles.

Paul se quejó retóricamente: “¿Me despedirían a las víctimas en beneficio?”.

[Nota del editor: Sí, Paul, lo haría y lo hizo.]

Martin McGuinness fue uno de los primeros en usar el discurso público que contaba con el beneplácito del Consejo de Pensamiento, el Think Tank, pero con frecuencia modificó sus líneas, a menudo contradiciendo sus afirmaciones anteriores sobre cuándo se unió al IRA:

“Crecí en una ciudad de discriminación. Cuando los jóvenes se levantaron contra las fuerzas británicas, me uní al IRA durante y después de la Batalla del Bogside , de la introducción del internamiento y del Domingo Sangriento – bla bla, bla “…

De hecho, McGuinness era un voluntario del IRA mucho antes de la introducción del internamiento / Domingo sangriento – imposible seguir la pista de sus muchas mentiras.

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Martin McGuinness y su groupie No. 1, Martina Anderson

 

Los votantes nacionalistas de Irlanda del Norte votan despreocupadamente por Martina, a pesar de que no está dispuesta a reconocer que es una de las personas que no han pedido disculpas por las violaciones de los Derechos Humanos y Civiles ocasionadas por la banda criminal.

La recurrente y frágil risa de Martina y su falsa alegría me parecen una tapadera para una conciencia destrozada.

Su rostro asolado, no por las exigencias del tiempo sino por el hecho de no reconocer ni a sus víctimas, ni los crímenes en los que participó voluntariamente, ni tampoco lo que ella ayudó a otros a ejecutar.

Es imposible escapar de tu verdadero pasado Martina y tú estás obsesionada por la culpa.

Si persistes, como hizo McGuinness, en intentar hacer desaparecer las atrocidades que has cometido contra los Derechos Humanos en esta vida, es posible que no logres hacerlo en la próxima. Esa posibilidad es real.

Martina, Paul, Martin McGuinness y Gerry Adams han “borrado del mapa” a sus víctimas: de sus conciencias, de sus “narrativas”, de sus entrevistas y, esperan haberlo hecho también de sus vidas políticas.

Las últimas preguntas a las que Martina Anderson tiene que enfrentarse son:

¿Qué hay de tus víctimas, Martina?

¿Qué pasa con las víctimas de aquellos a quienes ayudaste e instigaste?

¿Qué hay de las víctimas de tu camarada y marido,  Martina?

Deben ser importantes, porque usted y sus compañeros del IRA nos recuerdan constantemente a las víctimas británicas, y es que a los británicos nunca se les permite olvidar a sus víctimas.

IRA “reembolso” para los servidores de Culto

Si estás paranoico y estás perdiendo el sueño pensando en los masones, créeme, es hora de despertar y oler el café MAFIRA.

Los millones robados del Banco del Norte solo podían llegar tan lejos.

Martin McGuinness y los estrategas del Consejo del Ejército del IRA planearon que los británicos pagasen a sus leales sirvientes y uno de los métodos fue que sus leales sirvientes de bombarderos de Inglaterra ingresaran en la nómina de empleados del gobierno británico más generoso.

McGuinness consiguió para Anderson un trabajo de Ministra Junior, en primer lugar, con su hocico bien orientado hacia el depósito de dinero, con un salario anual de aproximadamente £60,000.

Logró que Paul Kavanagh ingresara en la misma nómina que un SPAD (Asesor Especial) con  un salario de hasta £90,000 por año hasta que las víctimas y otros se quejaron y Kavanagh fue enviado a empacar, pero no antes de que éste recibiera el pago de una  indemnización posiblemente en la franja de las £60,000.

Cuando Anderson fue presentada como eurodiputada de Sinn Féin, su fortuna era de £150.000.

En un momento dado, la asociación Kavanagh/Anderson trajo a casa un poco menos de £250,000 al año entre ellos, lo que no es una mala recompensa por haber sido participantes activos en los escuadrones de la muerte del IRA y haber sido enviados a prisión.

La prisión tampoco era tan mala para Anderson y Kavanagh, sino que salvó sus vidas y las vidas de muchas víctimas civiles que de otro modo podrían haber asesinado.

  • Los británicos pagaron sus títulos de Open University Social Science.
  • A los británicos les permitieron casarse mientras eran prisioneros de la categoría “A” de máxima seguridad.
  • Los británicos los trasladaron de vuelta a Irlanda del Norte.
  • Los británicos los liberaron bajo los términos del Acuerdo de Belfast.
  • Los británicos permitieron que Martina (y Ella, su compañera del IRA en la prisión) concedieran entrevistas a la prensa de la prisión de Durham mientras servían té y galletas.

Sin embargo, un simpático periodista de ‘The Guardian’ publicó que en cuanto a la bombardera Martina o la bombardera Ella se le hicieron algunas preguntas serias, ambas cambiaron al “SinnFéinspeak” y hablaron solo en clichés, cualquier cosa para evitar expresar algo sincero o personal, pero su dedicación voluntaria al “El culto a la muerte” puede haber provocado que, desde hace mucho tiempo, son incapaces de emitir declaraciones honestas, sinceras y personales.

SheWing
Té y galletas con un reportero de The Guardian en la prisión de Durham

 

En este sentido, Martina, Paul, Gerry Adams y todos los demás “cultistas” siguen siendo prisioneros de sus crímenes pasados ​​no reconocidos, constantemente tratando de alejar los espectros de sus víctimas, pero una cosa es segura, Martina – tus víctimas no se han ido, y lo sabes , y nunca se irán hasta mucho después de que las reconozcas.

Entre las numerosas nacionalidades que se unen en el Parlamento Europeo, Martina Anderson es única por ser una miembro orgullosa, sin disculpas, implacable y convicta de un escuadrón de la muerte del IRA, algunos de cuyos operadores bombardearon objetivos en toda Inglaterra y asesinaron, en general, a civiles … y debería considerarse afortunada de que la policía británica le impidió cometer asesinatos en masa en la “campaña de bombardeos a orillas del mar”, que sus terribles registros de Derechos Humanos y Civiles no sean un obstáculo para el apoyo de sus votantes, su participación en una cámara democrática , o para que ella se lleve a casa una enorme cantidad de botines británicos y de la UE desde que el IRA fue sobornado para rendirse.

El periodista Nick Davies tiene un interesante artículo sobre los miembros del IRA que organizaron los atentados en Inglaterra. Léalo aquí.

Para un artículo sobre el legado de mentiras del IRA, haga clic aquí.

Para un artículo sobre las paradojas de “la lucha armada” del IRA, haga clic aquí.