Paradojas de “la lucha armada” del IRA

El movimiento disidente del “IRA Provisional” surge desde la mayoría marxista existente dentro del IRA en 1969. Este movimiento, que había reevaluado Irlanda del Norte después de la fallida “Campaña Fronteriza” acometida por el IRA entre 1956-62, decidió que la guerra de clases y la agitación no sectaria podrían funcionar mejor que las actividades armadas que habían fracasado recientemente. La posición del IRA Oficial cambió dramáticamente cuando tuvo que competir con el IRA provisional para la captación de jóvenes voluntarios, de tal manera que se involucró en asesinatos, en algunos casos sectarios e incluso en atentados contra civiles. Junto con sus antiguos compañeros del IRA provisional, los miembros oficiales del IRA mintieron sobre sus actividades armadas del “Domingo Sangriento” antes de los infames tiroteos de paracaidistas

Un remanente del IRA había sobrevivido tanto a la pérdida de la Guerra Civil a principios de la década de 1920 como a los tranquilos años de la década de 1930 cuando su Jefe de Estado Mayor, Sean MacBride, quien más tarde fundó Amnistía Internacional, renunció al movimiento.

El IRA residual también sobrevivió tanto a la dirección “pro-nazi” de la Segunda Guerra Mundial de Sean Russell y su campaña de bombardeos en Inglaterra iniciada en 1939 como al fiasco de la “Border Campaign” a finales de los 50.

El objetivo principal de la existencia del IRA a lo largo de las décadas fue destruir Irlanda del Norte con fuerzas armadas y bombardeos.

El nacimiento del movimiento pacifista de Derechos Civiles a fines de la década de 1960 ofreció oportunidades para la infiltración y explotación de la decisión de poner un número masivo de manifestantes en las calles.

El IRA planeaba reclutar a la mayor cantidad posible de jóvenes, incluidos preadolescentes y adolescentes muy jóvenes, como combatientes armados y bombarderos. Además, la banda armada no tenía interés en ver ninguna doctrina pacifista de los Derechos Civiles que alejase a estos potenciales voluntarios potenciales de una futura pertenencia al IRA.

El movimiento de los Derechos Civiles, si hubiese tenido éxito entre sus objetivos, podría haber fortalecido la participación democrática y pacífica en Irlanda del Norte, que es exactamente lo que el IRA Provisional no quería que sucediera.

Paradojas de la lucha armada del IRA

La llamada “lucha armada” está compuesta por muchas contradicciones que los combatientes, en su mayoría jóvenes, son incapaces de ver; no obstante, la balanza cae lentamente de sus ojos durante los largos años en prisión, que son la principal recompensa de los actos violentos.

La primera contradicción de la lucha armada del IRA es que, si bien muchos de los asesinos y bombarderos del IRA reclamaron una lealtad temprana al movimiento de los Derechos Civiles de Irlanda del Norte, suspendieron de inmediato todos los derechos civiles y humanos de las miles de víctimas que asesinaron y mutilaron. A lo largo del periodo de su participación en la violenta campaña del IRA.

Dentro del culto al IRA, hay una idea compartida de que el IRA nunca cometió atrocidades civiles o contra los derechos humanos y todos los representantes del Sinn Féin del IRA deben adherirse a esta “Gran Mentira”.

La obediencia a esta mentira ha sido incluso más tarde compartida por abogados, periodistas, sacerdotes católicos y obispos nacionalistas. Nadie en el lado nacionalista de Irlanda del Norte desafiará al IRA o al Sinn Féin por las atrocidades cometidas contra los derechos humanos, la negación de la verdad y la justicia a miles de víctimas.

Una segunda contradicción es que si bien el IRA reclama una oposición histórica a “Internamiento sin juicio” y presunta “tortura” de los internos, el IRA inmediatamente se dispuso a secuestrar, internar, torturar y ejecutar a una amplia gama de civiles, incluidos hombres, mujeres y niños sin mediar cualquier juicio legal, defensa o apelación.

El IRA incluso hizo desaparecer los cadáveres de muchas víctimas y mintió sobre estas desapariciones. La banda se niega a proporcionar información que pueda llevar a la recuperación de los restos del capitán Robert Nairac, a quien secuestraron, torturaron, asesinaron y cuyo cadáver ocultaron.

Varios de los manifestantes conocidos como ‘Hombres Encapuchados’ que protestaban por los arrestos del Ejército británico y sus técnicas de interrogatorio y que han condenado y perseguido casos legales de ‘derechos humanos’ durante años, fueron miembros de IRA o líderes involucrados en la “lucha armada”. Estas personas están completamente de acuerdo con las azarosas ejecuciones de civiles por parte del IRA, sin tener en cuenta los derechos humanos o civiles de las víctimas. La hipocresía es la marca registrada del IRA. Varios de ellos se han convertido en partidarios de la causa disidente IRA incluso después de todos estos años.

Una tercera contradicción es que mientras el movimiento del IRA organizó una campaña contra una supuesta política de “disparar a matar” por parte de las fuerzas de seguridad, ya había puesto en marcha, treinta años atrás, su propio tiroteo para matar, bombardear para matar y torturar para matar. Una vez más, los miembros y simpatizantes del culto del IRA se ven obligados a negar estas atrocidades a perpetuidad de cara al público en general.

Una cuarta contradicción es que si bien el IRA afirmó defender a su comunidad, los llamados “luchadores por la libertad” mataron a más miembros de su propia comunidad nacionalista / católica que los enemigos que percibían. Los asesinatos ocurrieron de diversas maneras durante explosiones prematuras de bombas, tiroteos descuidados y asesinatos deliberados. Muchos de estos asesinatos fueron negados durante años hasta que el IRA se vio obligado a admitirlos, pero sólo cuando se presentaron pruebas irrefutables. La cúpula del IRA, incluso negó el asesinato de John Hume, ¿su crimen? Hume dirigió un partido democrático públicamente crítico de la campaña de terror inmoral del IRA.

Una quinta contradicción, es que si bien el IRA reclamó el discurso de revolucionario protestante Theobald Wolfe Tone, revolucionario protestante irlandés que falleció  1798 y así cómo el de los irlandeses Unidos presbiterianos asociados;  la banda terrorista  participó en una campaña de asesinatos totalmente sectarios de civiles inocentes protestantes, en las ciudades, con especial crueldad en las zonas fronterizas dónde los asesinatos representaron un genocidio localizado contra sus comunidades protestantes.

El infame IRA utilizó nombres falsos para desvincularse de estos asesinatos sectarios, especialmente en la masacre de Kingsmill, dónde se acabó con la vida de diez trabajadores protestantes inocentes, cuando fingió que la “Fuerza de Acción de Armagh del Sur” fue la autora de esta atrocidad, una masacre que el IRA no ha admitido, incluso a día de hoy.

Barry McElduff, parlamentario del Sinn Féin, el popular “bufón” de la Corte de los Republicanos de Tyrone, se vio obligado a dimitir después de que lo sorprendieran bromeando sobre esta barbarie al publicar un “selfie” con un pan de Kingsmill sobre su cabeza en el 42º aniversario de la masacre. A pesar de su renuncia, McElduff no admitiría querer herir sensibilidades con esta broma, como lo hizo el IRA al no admitir, incluso hoy, su responsabilidad por esta masacre.

La sexta contradicción es que si bien el IRA engañó a muchos simpatizantes en América y en otros lugares para que donaran dinero “para el alivio del pueblo nacionalista de los Seis Condados”, éste dinero fue dirigido, exclusivamente, a la adquisición de armas y explosivos para asesinar personas y destruir edificios. Los dólares estadounidenses, los petro-dólares del dictador libio Gadaffi y el dinero robado con intimidación a otros “donantes” no tuvieron el destino prometido.

El esfuerzo del IRA no se dirigió hacia una política unificadora, un lenguaje compartido o una cultura mutua, sino a asesinatos y bombardeos dirigidos contra la comunidad unionista protestante. La membresía del movimiento de división cultural ni siquiera aprendió su propio idioma irlandés durante sus 30 años de hostilidades.

Todas aquellas personas que se involucraron con el IRA pensando que no iban a hacerlo con la violencia real fueron vinculadas de inmediato a la lucha armada y a la máquina asesina del IRA. Como resultado, mucha gente católica que destacaba en los negocios, la educación, la ley, los medios y la política, e incluso sacerdotes y monjes católicos, participó directa e indirectamente en los asesinatos de soldados, policías y vecinos protestantes.

En cuanto al dinero, el IRA gastó millones de dólares en su lucha armada y no construyó ni una sola clínica para los pobres, ni un solo refugio para personas sin hogar, ni un solo club de tareas para niños pobres, ni un solo centro de acogida para la gente que pasaba hambre. No quedan restos de los treinta años de robo, extorsión y donaciones ilegales del IRA, excepto tumbas en cementerios.

Esos jóvenes voluntarios de IRA que pasaron algunos de los mejores años de su vida en prisiones siguiendo el liderazgo de IRA y que creyeron, ingenuamente, los cuentos de hadas de una “república socialista” (Bobby Sands, el más notable entre ellos) no pudieron prever que Gerry Adams saldría volando con el dinero hacia Estados Unidos para pagarse un tratamiento médico privado y Martin McGuinness acabaría tocando la campana la sede del NASDAQ,  ¡un verdadero nuevo Lobo de Wall Street!.

¿Dónde quedan aquellos “socialistas republicanos” cuando ahora vemos a los nuevos líderes del IRA y del Sinn Féin muy con sus bolsillos llenos de libras y euros, con sueldos muy por encima del “salario industrial medio”?

La séptima contradicción se fundamenta en que, si bien el IRA ha vinculado últimamente su abstencionismo político con su principio anterior de abstencionismo legal, su negativa total a permitir que los voluntarios capturados reconozcan los tribunales británicos en Irlanda del Norte (y en ese momento en “el Estado libre de Irlanda”) para muchos años, cambió en en el mismo instante en el que las fuerzas de seguridad comenzaron a arrestar a líderes del IRA. Desde entonces, se promulgó un giro masivo que permite a todos los voluntarios capturados reconocer a los tribunales británicos y contratar a la nueva generación de abogados nacionalistas que demostraron estar muy dispuestos a “enterrar sus hocicos en el abrevadero de la asistencia jurídica”.

A los cientos de prisioneros del IRA, que fueron capturados en primer lugar  y a los que se les había negado el permiso de los líderes de la banda para reconocer a sus tribunales, más tarde se les unieron en la cárcel cientos de prisioneros a quienes si se les concedió el permiso para reconocer a  los Tribunales británicos de la Ley. Los primeros recibieron sentencias condenatorias muy largas, mientras los segundos obtuvieron sentencias mucho más cortas.  En este último grupo, el más beneficiado, se encontraban los líderes más destacados del IRA.

Una octava contradicción es que si bien el IRA insinuó la oposición pública a las drogas y a los narcotraficantes, tuvo sus contactos y conexiones con las principales organizaciones criminales del mundo de la droga, como por ejemplo, las FARC en Colombia.

Tres de los principales cabecillas del IRA fueron capturados en Bogotá viajando con pasaportes falsos: Jim ‘Mortar’ Monaghan, Martin McCauley y Niall Connolly. Sus arrestos acaecieron tres años después de la firma del Acuerdo de Belfast y los informes y testigos afirmaron que habían sido vistos regularmente en las áreas de las FARC durante los tres años anteriores.

Posteriormente fueron condenados a 17 años por diversos delitos, entre ellos entrenamiento de guerrilleros de las FARC en tecnología de mortero. Los tres habían huido del país y habían regresado a Irlanda fuera del alcance de las órdenes de detención existentes en Colombia. El Consejo del Ejército del IRA nunca ha dicho la verdad sobre sus tratos financieros con uno de los mayores proveedores de cocaína del mundo, ni se le ha pedido que lo haga.

 Con la cantidad total de drogas ilegales ingeridas por los presos más destacados del IRA, en las prisiones inglesas durante las casi dos décadas de sus diversas condenas, se podría volver a realizar una gran pila en la calle O’Connell de Dublín, el montículo eclipsaría a The Spire y destacaría la hipocresía del IRA por el blanco de la cocaína que asesinó a los pequeños traficantes de drogas, muchos de los cuales eran adictos que intentaban desesperadamente alimentar sus propios hábitos.

La novena contradicción es el supuesto lavado de cara acometido por parte del Consejo del Ejército del IRA, desde el cual se ha decidido adoptar una estrategia para tener su brazo político, el Sinn Féin, liderado temporalmente por mujeres. Eso sí, las designadas son personas serviles y si bien, esta decisión parece mejorar el estatus de las mujeres en el Movimiento Republicano,  en realidad el IRA ha degradado a estas voluntarias, esclavizándolas de manera efectiva a los dictados secretos de la trastienda del Consejo del Ejército de Belfast.

La verdadera actitud del IRA hacia las mujeres no sólo se expresó perfectamente en el secuestro, tortura y asesinato de Jean McConville, viuda y madre de diez hijos, sino también en los asesinatos de 120 mujeres y niñas durante su “lucha armada”. Si bien Jean McConville ha sido, legítimamente, la más recordada de entre todas las víctimas del “Movimiento Gerry Adams”, los nombres de las otras 119 mujeres, niñas y bebés asesinados por el IRA no se pueden olvidar y deben de ser recordados siempre.

A pesar de que Adams fue señalado por sus antiguos compañeros del IRA como el responsable de ordenar el asesinato de Jean McConville, y a pesar de su reciente arresto e interrogatorio sobre este crimen, las actuales líderes “marioneta” elegidas cuidadosamente por parte del Sinn Féin, sienten verdadera admiración por Adams y su sangriento pasado.

Lo que me lleva a la décima contradicción es que si bien la mayoría de los voluntarios IRA que fueron arrestados, acusados ​​y condenados por los delitos de la banda, cumplieron sus condenas y reconocieron sus actividades en ese momento y desde entonces, muchos de ellos han lamentado amargamente su participación en estas atrocidades cometidas contra los Derechos Humanos “, la cúpula de la banda criminal no ha asumido la responsabilidad corporativa de la desastrosa e innecesaria campaña de asesinatos del IRA.

Adams se ha negado de manera cobarde a admitir sus crímenes, fingiendo que nunca fue miembro del IRA o miembro del Consejo del Ejército del IRA.

Está huyendo permanentemente de la verdad, del cruel final que tuvieron muchas de sus víctimas.

Martin McGuinness mintió acerca de sus actividades como miembro del IRA, simulando que dejó la banda en 1974, lo que todo el mundo sabe que es falso.

McGuinness también se negó a admitir la verdad sobre su participación en los horribles asesinatos de sus numerosas víctimas, y ni siquiera fue requerido por los sacerdotes, obispos, arzobispos y pastores que se arrastraron a su alrededor y lograron olvidar la “bomba humana”. Patsy Gillespie, Joanne Mathers, Jeffrey Agate, Frank Hegarty, Leslie Jarvis entre otros.

Otros líderes destacados del Consejo del Ejército del IRA se esconden tras las faldas de las “marionetas” que a día de hoy ejercen el papel de líderes del Sinn Féin, mientras que orquestan el estrangulamiento del caballo de Troya de la democracia de Irlanda del Norte.

La undécima y última contradicción es que, si bien el IRA ha explotado sin cesar el asesinato del abogado Pat Finucane, del que el destacado miembro del IRA, Sean O’Callaghan, informó de haber asistido a las principales reuniones del IRA, no obstante la banda criminal ha tratado de encubrir sus propios asesinatos de jueces, magistrados y abogados de Irlanda del Norte: un encubrimiento no cuestionado en absoluto por los llamados “Familiares para la Justicia” bajo la extraña dirección de Mark Thompson.

1. El IRA introdujo en Irlanda del Norte los asesinatos de miembros de la fraternidad legal al asesinar a tiros al Magistrado Residente católico William Staunton, el 11 de octubre de 1972, mientras dejaba a su hija en la escuela primaria del monasterio de St. Dominic, en Falls Road. El IRA le disparó frente a su hija y sus amigas de la escuela en su coche, muriendo de sus heridas tres meses después.
2. El mismo día, y en ese momento, el IRA también asesinó al Magistrado Residente protestante Martin McBirney, en la cocina de su casa frente a su familia. McBirney era un miembro destacado del Partido Laborista de Irlanda del Norte, se había casado con una católica y, aunque era abogado, había actuado en defensa de los casos de derechos civiles y había representado al activista de derechos civiles Eamon McCann.

[Aquí estaba toda la plantilla que los paramilitares leales necesitaron más tarde para el asesinato de Pat Finucane en su casa en la cocina frente a su familia, pero el IRA proporcionó mucho más que esto].

1. El 16 de enero de 1983, el juez William Doyle fue asesinado por el IRA cuando salía de misa en la iglesia católica de St. Brigid en Derryvolgie Avenue en Belfast. El juez Doyle le había ofrecido a una mujer de 72 años llevarla a casa en su coche y mientras ambos salían de la iglesia, dos pistoleros del IRA le dispararon. Fue alcanzado por seis balas en el pecho y el estómago. La mujer de 72 años que estaba con él recibió un disparo en el estómago y resultó gravemente herida.
2. Dieciséis meses después, un pistolero de IRA utilizó nuevamente la misma iglesia católica para atacar al juez Tom Travers. Un hombre armado le disparó a su hija, Mary, en la columna vertebral. Ella cayó al suelo llevando a su madre con ella. Un segundo pistolero le disparó al juez en el hombro y lo tiró al suelo. El criminal se colocó sobre él y le disparó cinco balas más. Milagrosamente, sobrevivió. El segundo hombre armado colocó su pistola en la cabeza de la esposa de Travers y apretó el gatillo dos veces pero la pistola falló ambas. Mary Travers, sin embargo, murió en los brazos de su madre. La intención del IRA era clara: asesinar al juez y a toda su familia también.
3. El 7 de diciembre de 1983, asesinaron al abogado y profesor de derecho Edgar Graham en la Universidad de Queen. Sylvia Hermon asegura que mientras el joven de 29 años yacía muerto fuera de la biblioteca del campus, estallaron vítores proviniente del sindicato de estudiantes al cual pertenecía, actitud que criticó duramente.
4. El 28 de abril de 1987, el IRA asesinó al juez de apelación Maurice Gibson y a su esposa Cecily bombardeando su automóvil en la frontera, con reclamos de connivencia entre el IRA y un miembro de la policía irlandesa, An Garda Siochana.
5. Quince meses después, el 23 de julio de 1988, el IRA intentó repetir la táctica de la bomba en la frontera, esta vez con la intención de asesinar al juez católico Eoin Higgins, pero en su lugar asesinó A TODA LA FAMILIA DE HILLSBOROUGH cuando regresaban de Disneyland en Florida: Robin y Maureen Hanna y junto a su hijo de 6 años, David. Nuevamente, hubo denuncias de colusión entre el IRA y los elementos de An Garda Siochana.

¿Hubo alguna vez una mafia política en Irlanda compuesta por mentirosos, negadores, hipócritas, tramposos, malversadores, ladrones, torturadores y asesinos en masa que todavía obtienen votos de una base supuestamente católica romana?

¿Por qué los católicos romanos votan por los asesinos?

Abordaremos esa cuestión más tarde…